La parlamentaria por O’Higgins valoró la creación del nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil, que se sumará al organismo conocido como Mejor Niñez.

Como una medida que “pone fin a décadas de abusos y de maltratos contra los menores” calificó la diputada por la Región de O’Higgins, Natalia Romero, la aprobación definitiva del proyecto de ley que crea el nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil, que viene a reemplazar el Servicio Nacional de Menores (Sename) debido a las graves irregularidades que durante años ocurrieron en su interior, donde miles de niños, niñas y adolescentes de todo el país sufrieron de graves vejaciones y vulneraciones en sus derechos.

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Al respecto, la parlamentaria explicó que el nuevo organismo se suma al ya creado Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia -también conocido como Mejor Niñez-, y que permitirá separar a los menores que han sido vulnerados en sus derechos de quienes son infractores de ley, logrando así uno de los avances más anhelados en materia de infancia.

“Durante la campaña me comprometí a que iba a hacer todos los esfuerzos para impulsar distintos proyectos en beneficio de los niños, niñas y adolescentes, pero especialmente de los más vulnerables y de escasos recursos. Y pese a que costó mucho tiempo sacar adelante esta iniciativa, hoy por fin podemos decir que el Sename en nuestro país se acabó y que, en su reemplazo, tendremos dos instituciones suficientemente robustas para que no se vuelvan a repetir los graves hechos conocidos por todos”, manifestó la diputada Romero.

En esa línea, la representante del Distrito 15 detalló que el nuevo Servicio de Reinserción Social Juvenil -que ya quedó en condiciones de convertirse en ley- asumirá el proceso de reinserción social de los adolescentes infractores, teniendo como tarea la creación de programas de desarrollo que contribuyan al abandono de cualquier tipo de conducta delictiva. Además, explicó que todas las acciones que adopte el organismo deberán considerar el interés superior de los jóvenes, como también garantizar un correcto proceso de rehabilitación e integración.

“Esta es una deuda pendiente que teníamos como país, pero que se la debíamos principalmente a los menores y adolescentes más vulnerables. Llevábamos décadas conociendo graves testimonios y seguíamos de brazos cruzados sin buscar una solución concreta, hasta que por fin logramos avanzar”, destacó la parlamentaria por O’Higgins, agregando que los nuevos servicios “brindarán oportunidades tanto a quienes han sido vulnerados en sus derechos como también a quienes son infractores, porque no podemos abandonar a su suerte a quienes han cometido delitos, y nuestro deber es otorgarles una nueva oportunidad para salir adelante y surgir como personas”.

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