He querido titular así estas reflexiones para compartir un hecho que si bien en principio fue complejo y de afectación personal, en el tiempo tuvo una salida armoniosa que permite decir que triunfó el diálogo y la civilidad.
La historia parte así:
A fines del mes de agosto del año 2017 doña Carolina Angélica Zamorano Pizarro comenzó a efectuar imputaciones en mi contra tanto dentro de la comunidad de Quinta de Tilcoco a la que pertenecemos, como en las redes sociales en particular “Quinta Acusa”. Consideré que esas imputaciones eran injuriosas por lo que inicié en su contra una causa por injurias y calumnias ante el Juzgado de Garantía de Rengo, la que se tramitó bajo el RIT 3334-2017. Tras algunas audiencias con fecha 29 de noviembre de 2017 doña Carolina Angélica Zamorano Pizarro me pidió disculpas públicas -lo que se registró en audios por el tribunal- y se comprometió a publicar las mismas disculpas en la red Facebook. Fue así como publicó en la página Quinta Acusa, lo siguiente: “Expresar que tuve unas discrepancias con don Eduardo Núñez Jerez, en ese sentido lamento la forma en que se expresó, y diferencias con él, ahora comunico que ya solucioné estas discrepancias con don Eduardo Antonio Núñez Jerez, me excuso y declaro que no volverán a existir conflictos”.
Lo que quiero destacar es que estas simples palabras y el compromiso que asumió doña Carolina Angélica Zamorano Pizarro, que yo acepté, sirvieron para que el día de ayer el Juzgado de Garantía de Rengo sobreseyera definitivamente la causa por injurias.
Son estos hechos lo que me permiten afirmar que ante situaciones o dichos que pueden ser afrentosos, para darles solución, el diálogo y la civilidad es lo que debe triunfar.
Espero que esta experiencia sirva a quienes se ven expuestos a situaciones que afectan su honor. Su servidor.
Eduardo Antonio Núñez Jerez.