A partir del 1 de marzo del año en curso comenzó a aplicarse una polémica medica liderada por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud: el regreso a las clases presenciales en los colegios del país. Una política que, según el Colegio de Profesores, solo fue acatada por el 5% de estudiantes dada la desconfianza de los apoderados, entonces, ¿Cuán seguro es enviar a los estudiantes a los centros educacionales?, ¿Qué dice la ciencia?, estas preguntas responden los investigadoresy la investigadora del Instituto Sistemas Complejos de Ingeniería y académicos de la Universidad de Chile, Marcelo Olivares, Susana Mondschein y Joaquín Sierbert, junto a Patricio Foncea, investigador estudiante de doctorado del MIT Operations Research Center.
La investigación determinó que los protocolos de aislamiento que pone en cuarentena a todo el curso del caso confirmado son efectivos para evitar la transmisión, “disminuyendo los contagios en un 85% con respecto al caso base donde solo se aísla al infectado. La política más conservadora de cerrar el colegio tiene un impacto marginal cuando los contactos entre los cursos son reducidos”, según aboga el documento. Es decir, no es necesario suspender las clases presenciales una vez que se evitan actividades masivas, o aquellas donde hay oportunidades de socialización como almuerzos y recreos. Así también, ocurre cuando se combina la reducción de alumnos por sala a la mitad y clases alternadas semanalmente entre presencial/online (semana por medio), disminuyendo la infección en un 35% y el 50%, respectivamente, como propone el estudio.
En el caso de aquellos colegios que no pueden reducir el número de alumnos por sala por la poca disponibilidad de espacios y capital humano, “el testeo dos veces por semana con un test antígeno o similar a toda la comunidad escolar asintomática (…) permite reducir los contagios en similar magnitud a reducir los cursos a la mitad de alumnos”, según el informe. Esta estrategia que podría ser efectiva en disminuir los contagios en los colegios donde existen dificultades de acceso a la educación online en las familias.
En palabras de Marcelo Olivares: “El retorno seguro a colegios es posible en la medida que se adopten una seria de medidas de mitigación. No basta con tomar medidas de higiene. Es importante reducir los equipos de trabajo, tener un monitoreo constante de síntomas de la comunidad escolar, tener un protocolo establecido sobre aislamiento de contactos estrechos y, si es posible, complementar estas medidas con testeos semanales para prevenir brotes de casos asintomáticos.”
Todo esto se obtuvo a través de modelos de simulación,donde los académicos analizan el patrón de contagios en los colegios, incluyendo a alumnos y profesores, tomando en consideración los índices de transmisión e infecciosidad de Covid – 19 obtenidos por recientes investigaciones.
