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A la madre: mujer incondicional que nos ama aún antes de nacer, una maestra de la compasión, amor y valentía que busca nuestra felicidad incluso si tuviera que sacrificar su vida por los hijos.

En nuestra vida hemos amado a otras personas pero sólo una madre será el amor más importante, único y sincero que hemos tenido porque aunque sientas que el mundo entero te ha abandonado siempre hay una madre que cree y confía en ti.

Cuando una madre se va, un pedazo del corazón de un hijo también parte con ella y podrían pasar años sin su presencia pero su luz seguirá brillando en tu interior guiándote por el mejor camino como un faro en la oscuridad.

Mi más sincero y cariñoso saludo a todas las madres, mujeres que pueden dar todo sin pedir nada a cambio, pues bien dice: “cien hombres pueden hacer un campamento, pero solo se necesita una madre para hacer un hogar”.

Felicidades en su día.

JULIO IBARRA MARIPANGUE

El concejal del pueblo

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