El martes que recién pasó, después de cinco meses de haber sido aprobada en la Comisión de Transportes del Senado, la Ley No Chat fue puesta en la tabla de la Cámara Alta para ser votada. Esta norma, impulsada por nuestra ONG, busca aumentar las sanciones a los conductores que usen dispositivos electrónicos cuando van manejando.
Por diversos motivos, la norma finalmente no pudo ser votada antes del receso legislativo y tendremos que esperar a marzo para poder transformar este proyecto en ley de la República.
A ratos este tipo de dificultades resultan desalentadoras, tomando en cuenta que estamos trabajando en el proyecto desde el año 2015. Pero el Congreso, las organizaciones sociales y la ciudadanía deben saber que no bajaremos los brazos y que la Ley No Chat será una realidad más temprano que tarde.
Y no se trata de un capricho nuestro o una idea que se nos instaló en la cabeza: esto tiene que ver con un problema de salud pública que debe ser abordado de forma integral, educando a las personas sobre convivencia vial, involucrando a la sociedad en todos sus niveles y legislando para acercarnos a las normativas que rigen hace años en países desarrollados.
Las cifras son categóricas. Según el Anuario Estadístico de Carabineros, durante el 2018 se registraron 7.140 siniestros viales vinculados al consumo de alcohol del conductor, versus 24.631 siniestros relacionados a manejar desatento las condiciones del tránsito, es decir, casi cuatro veces más en comparación al primer factor.
Lamentamos que una vez más se dejara pasar la oportunidad de aprobar esta ley, tomando en cuenta que se acercan fechas complejas, como el regreso de los capitalinos a Santiago después de vacaciones y las siempre difíciles primeras semanas de marzo. Pero sepan que seguiremos insistiendo e informando, porque estamos convencidos que la Ley No Chat ayudará a construir mejores ciudades y a salvar vidas.
Claudia Rodríguez T.
Directora y fundadora de No Chat
