RENGO, Hijo de Leoncán, lugar teniente de Caupolicán,  joven guerrero, soberbio e indómito, era hermano del Cacique Gracolano. Ambos fueron distinguidos capitanes del gran Lautaro. Durante la primera destrucción de Concepción, febrero de 1554, al verse derrotado, los españoles escaparon por mar, mientras otros lo hicieron por tierra. En esa ocasión RENGO desempeño un rol brillante, dando muestras de su propia valentía, se lanzó en persecución de los soldados, uno de los cuales era Heraldo de Alvarado. Como lograron huir a caballo, RENGO no pudo alcanzarlos, a pesar de que los persiguió varias leguas. Pero eso no le impidió gritarles que los esperaría para poder continuar la lucha. El 01 de noviembre 1554, tuvo lugar el combate de Andalicán. Francisco de Villagra, empleando todos sus recursos a su alcance y 100 soldados a caballo, salió en busca de los guerreros indígenas. Sin embargo, no encontró resistencia, ya que el hambre y el tifus habían diezmado la población de Arauco. Pero, en un lugar llamado “Andalicán” el cual resultaba ser un espacio ventajoso para la caballería, los aborígenes sí lo enfrentaron a campo abierto. RENGO hizo su aparición y, hábilmente, dirigió la retirada, conduciendo a su gente a través de los pantanos, de manera que los soldados a caballo no pudieron pasar. Como resultado, el CACIQUE RENGO, logró salvar a su gente del desastre. (Fuente. Libro Nuestros ancestros aún viven). Carlos Lukas Martinez. (Ed. Ilustrada: Madrid. 1884).

Alonso de Ercilla y Zuñiga: La Araucana. Publicado entre 1574 y 1589. En página N° 87. Destaca al Cacique RENGO, “El Capitán Español Juan Alvarado, envía aprovechando lo oscuro de la noche, a nueve soldados para que le informen sobre la disposición, cantidad y lugar que ocupan en plan de batalla los futuros atacantes. Con estos datos, refuerza sus puntos débiles. Dos estrategias se oponen: Lautaro escoge la hora del mediodía como la más propicia para atacar con audacia, desdén y confianza. Los españoles salen fuera del recinto cerrado para oponérsele,  destacando en primer término una hilera de arcabuces, seguida de otra de picas, flanqueadas por los caballos. Ante la potencia de la maza que blanden los araucanos de nada valen las corazas ni la malla fina, ni las celadas: unos deja tullidos y contrahechos, otros para en su vida lastimados, a quien hunde el pescuezo por los pechos, a quién rompe los lomos y costados, cual si fueran de blanda cera hechos, magulla, muele y deja derrengados. La victoria se inclina en favor de los atacantes. El Capitán Español Juan Alvarado ha de retirarse, de nuevo vía a Santiago, no sin sentir la persecución y mofa de RENGO, que los sigue osadamente. (Escribe como síntesis Ercilla de su canto X.). Alonso de Ercilla y Zuñiga, constituye un testimonio en primera persona de los intensos inicios de la Guerra de Arauco. Anotando cada noche los acontecimientos del día. El valor histórico que ha sido atribuido a su obra y el que ha sido tomado como ejemplo por los cronistas posteriores. Entre ellos Pedro de Oña y su Arauco Domado, y que Diego Barros Arana la considere la primera historia de Chile. El Poema La Araucana en sus páginas N° 87, 88,130,133,164,172,173,192,193,209,211,212, etc., menciona y destaca a RENGO, como un ARAUCANO, de los más bravos guerreros de la guerra de Arauco. En idioma Mapudungun significa” Bravo entre los Bravos” jamás Vencido.

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Fernando Zapata Abarca

Encargado de Proyecto Museo Histórico Municipal de Rengo.

Mail. fzapata@munirengo.cl      

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