– En un mundo cada vez más digitalizado, la forma en que se manejan estas herramientas es muy importante, ya que permiten proyectar una imagen profesional de la persona.

En la actualidad, Instagram, Facebook y LinkedIn son algunas de las redes sociales más destacadas a nivel mundial, en las que un simple post puede decir de una persona mucho más de lo que uno piensa. Por esto, es muy imporante que los candidatos a un trabajo tomen conciencia y gestionen correctamente estas herramientas digitales.

Hablar de que internet ha cambiado las formas de relacionamiento ya no es novedad, como tampoco lo es decir que algunas empresas tienen como parte de sus estrategias la revisión de redes sociales con el fin de obtener información que pueda dar una mayor descripción de una persona. De hecho, basta con “googlear” el nombre del candidato para que aparezca en todas las plataformas donde tiene cuentas. Por supuesto, en algunos casos habrá filtros y restricciones al contenido, aunque no es lo más frecuente.

  “Es muy importante cuidar el comportamiento que se tiene en redes sociales, como las fotografías que se publican, los comentarios que se realizan y el correcto uso ortográfico y de vocabulario que se emplea, ya que son detalles que permiten proyectar una imagen profesional que se evalúa a la hora de buscar trabajo”, afirma Karina Pérez, directora de Robert Half en Chile.

La experta en reclutamiento enfatiza que “las redes sociales se deben usar con una estrategia clara respecto de qué fin se persigue en cada una y cómo aportan a construir un perfil consistente de lo que es la persona y los objetivos que tiene”.

Pero, ¿qué tanto puede condicionar el comportamiento virtual de las personas a la hora de buscar un trabajo? La respuesta es bastante, por lo que a continuación te recomendamos, en términos generales, qué publicar y qué no en redes sociales:

 

  • LinkedIn. Algunas personas utilizan las redes sociales, como Facebook o Instagram, para mostrar los logros del trabajo o los resultados de los proyectos profesionales, pero es LinkedIn la principal plataforma profesional para esto. Así, las selfies en la playa, fotos del viaje y videos de la mascota no se deben utilizar en esta red. El uso que se le debe dar es para ampliar la red de contactos, para poder llegar a headhunters, potenciar la imagen personal e, incluso, publicar el currículum vitae. 
  • Facebook. Está bien publicar las opiniones políticas, religiosas o las preferencias futbolísticas en la red. Pero se necesita prudencia en el tono de los mensajes. Si la persona es muy categórica para exponer ciertos temas en los que no se está de acuerdo con la cultura de una empresa, se preferirá contratar a alguien más neutral o que no se exponga tanto. 
  • Instagram. Platos deliciosos, lindas mascotas, playas paradisiacas… Instagram puede ser una red en la que se puede estar navegando todo el día, pero hay que tener mucho cuidado con lo que se comparte, ya que si se está postulando a un trabajo, las mentiras o incoherencias, algunas fotografías y las faltas de ortografía se transforman en importantes razones para que una compañía decida no interesarse en el postulante.   

 

Finalmente, debemos tener en cuenta que las plataformas sociales poseen  configuraciones y opciones para restringir el acceso a las publicacioens que se hacen e, incluso, se puede configurar una cuenta como privada. Así, si deseamos expresar nuestra creatividad, alegría o faceta más lúdica, sin filtro y sin riesgo de impactar negativamente nuestra imagen profesional, podemos optar por transformar en privadas nuestras cuentas y filtrar con quienes queremos compartir ese contenido.

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