Actualmente, la contaminación ambiental representa una de las principales preocupaciones de los chilenos, en el estudio cuantitativo Chile3D 2018, organizado por Adimark y aplicado a las principales ciudades del país, arrojó que, en materia ambiental, el 48% de los encuestados indicaron que la “contaminación ambiental” representa una de sus primordiales preocupaciones, seguido de la escases de agua, con un 41%.

La contaminación hídrica en nuestro país tiene su origen, principalmente, en los procesos industriales, de urbanización y faenas agrícolas, en las descargas directas de aguas servidas domésticas y residuos industriales líquidos a las masas de agua superficiales, terrestres o marítimas, sin previo tratamiento, y a las descargas difusas derivadas de actividades agrícolas o forestales, que llegan de forma indirecta a las corrientes de agua superficiales y también a las subterráneas. Estas fuentes contaminantes, contribuyen con variados tipos de contaminantes, que afectan de diversa manera los ecosistemas y la salud de la población.

El Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 compuesto por investigadores de las universidades de Chile, de Concepción y Austral, hace unas semanas entregó un informe en el que mencionó que el medio ambiente en Chile no resiste más presión humana ni contaminación, señalando que entre los aspectos a poner atención están los cambios en las temperaturas de los océanos y la contaminación de éstos, así como la sequía que afecta a diferentes regiones del país, situación respaldada por el dato entregado por el  centro, que indica que entre 1960 y el 2016, han disminuido hasta en un 8% las precipitaciones por zona.

En el estudio ¿Más personas, más alimentos, peor agua? Una revisión global de la contaminación del agua por la agricultura de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) alertan sobre la contaminación y el agotamiento de este recurso natural, situación de la cual Chile no está exento. “La contaminación del agua es un desafío global que ha aumentado tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, lo que socava el crecimiento económico y la sostenibilidad socioambiental y la salud de miles de millones de personas” señala el documento. Es por este tipo de informaciones que proteger e investigar distintos hechos de contaminación de este recurso natural se ha convertido en uno de los principales objetivos de la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales y Patrimonio Nacional (Bidema).

En sus 17 años de existencia, y con sus 6 brigadas a lo largo de todo Chile – Arica, Antofagasta, Copiapó, Santiago, Valdivia, Aysén y su sección en Isla de Pascua-, la Bidema ha tenido que investigar permanentemente temáticas vinculadas a la contaminación de aguas en distintos contextos.

Los tipos de casos más frecuentes que han tenido que estudiar las brigadas, tienen relación con el derrame de elementos tóxicos, como relave minero, vertimiento de petróleo en ríos por parte de mineras, sustancias artificiales con las que las salmoneras en el sur alimentan sus peces, los cuales se encuentran en aguas abiertas, entre otros diversos químicos que afectan la salud medio ambiental.

Los delitos con que son tipificados estos casos en Chile, habitualmente tienen relación con el artículo 291 del código penal, el cual apunta a las faltas contra la salud animal y vegetal e infracción a la Ley de Pesca, ya que en la actualidad no hay una ley específica que aborde los delitos de contaminación de aguas, por lo que son incluidos dentro de la categoría contaminación ambiental.

En la Región de O´Higgins, la PDI no cuenta con una BIDEMA. No obstante a lo anterior, las personas que presencien este tipo de delitos medios ambientales, pueden efectuar la respectiva denuncia en los diferentes Complejos Policiales de la PDI.

Print Friendly, PDF & Email

Dejar respuesta