Para ello se implementó el Programa de Mejoramiento Productivo y Genético, que ejecuta la consultora ProAgro.

A Leticia Rodríguez, una pequeña productora de ganado de Lolol,  le gusta la vida del campo y la crianza de animales. Desde pequeña ayudó a cuidarlos y tras el fallecimiento de su padre Heriberto Rodríguez –hace 23 años– se hizo cargo de la parcela familiar. Desde el 2014 participa en el Programa de Mejoramiento Productivo y Genético del Rubro Bovino de la Agricultura Familiar Campesina de la Región de O’Higgins, que impulsa INDAP del Ministerio de Agricultura y que ejecuta la consultora ProAgro.

“Actualmente –dijo Leticia– tengo 27 vientres (vacas), un toro y nueve terneros. En el mes de febrero vendí 14 terneros. Estar en este programa es muy importante para mí; he logrado mejorar la raza, obtener mejores crías y aprender a hacer las cosas”.

El SEREMI de agricultura de la región, Joaquín Arriagada, agregó que “en el predio de Leticia Rodríguez funciona una Unidad de Mejoramiento Productivo del mencionado programa, que le entrega asesoría en temas reproductivos, productivos, nutrición animal y producción de forraje, entre otros”, destacando además que las metas son fortalecer a estos pequeños productores y hacerlos competitivos en la cadena comercializadora.

Precisamente en dicha unidad se realizó un Día de Campo, con el objetivo de mostrar las mejoras productivas y reproductivas que se han obtenido por medio de las intervenciones del programa. El objetivo de éste es entregar a los productores ganaderos bovinos las herramientas necesarias para aumentar la productividad y favorecer la inserción vertical en la cadena comercializadora, como señaló el SEREMI, ello por medio de la incorporación de nuevo material genético y la selección de crías que tengan aptitudes productivas superiores.

Además, se busca fortalecer la competitividad de los usuarios ganaderos de la especie bovina de la Agricultura Familiar Campesina y mejorar el aumento de la productividad y rentabilidad de los sistemas productivos de leche y carne bovina de los pequeños agricultores.

Resultados

En el periodo 2013-2014, en el marco de este programa, se realizó la cantidad de 1.376 inseminaciones, se implementó un número de 12 postas de inseminación artificial bovina en la región y se incorporó a 254 pequeños productores al Programa de Mejoramiento Productivo y Genético.

En tanto, en el período 2015-2018 se superó la meta fijada, al realizarse 2.900 inseminaciones. El programa benefició a 293 agricultores. Para el período 2018-2021 se fijó una meta de 3.400 inseminaciones y al 28 de marzo de este año se había realizado la cifra de 590. A esta misma fecha hay 99 pequeños productores en el programa y quienes deseen incorporarse deben cumplir algunos requisitos, entre ellos ser usuario de INDAP y contar con un rebaño mínimo de 5 vientres (vacas y vaquillas) para usuarios que deseen inseminar.

Cabe señalar que el motivo más importante de emplear la inseminación artificial en el ganado es aumentar la utilización de material genético superior, y de esta forma acelerar el mejoramiento de los rebaños. La técnica de la inseminación en bovinos proporciona muchas ventajas, en el aspecto de la raza, en lo económico y sanitario.

Marlene Ortiz, médico veterinario de la consultora ProAgro, indicó que “de  acuerdo a los lineamientos de INDAP en el desarrollo de la especialización de la ganadería de la Región de O’Higgins, se decidió trabajar desde un principio con tres razas claramente definidas, las que se han mantenido hasta el día de hoy, siendo Aberdeen Angus (negro y/o rojo) la especializadas en producción de carne, mientras que en leche se insemina con razas Jersey y Holstein Friesian”.

Jornada de difusión y día de campo

En el marco del Programa de Mejoramiento Productivo y Genético la consultora ProAgro organizó una jornada de difusión y un día de campo en Lolol, a la que asistieron pequeños ganaderos de las diversas comunas de la región y equipos técnicos de los programas Prodesal y SAT (asesoría técnica) de INDAP del Ministerio de Agricultura.

La primera actividad se realizó en la sala de conferencias del municipio de Lolol; ocasión en que Marlene Ortiz, de ProAgro, explicó los principales aspectos del mencionado programa. Además, Jaime Molinos, profesional de la empresa Anasac, expuso sobre alternativas y experiencias de praderas permanentes en zona de secano; y Rafael Larraín, docente de la Universidad Católica, abordó el tema de prevención y acciones post incendios.

Después, en el predio de Leticia Rodríguez, donde se encuentra una de las Unidades de Mejoramiento Productivo, se realizó un Día de Campo, en que el  médico veterinario Juan Eduardo Silva expuso algunos resultados alcanzados gracias a este programa.

El director regional de INDAP, Juan García, destacó el trabajo realizado por el instituto en el ámbito de mejoramiento genético bovino; indicando se ven avances significativos respecto de la composición actual de los rebaño de pequeños productores en comparación de lo que era posible observar hace 10 a 20 años. Agregó que las razas utilizadas, en este caso de producción de carne, como el Angus, están presentes con mayor proporción en los rebaños, entregando ventajas en cuando a tipo racial, talla de los animales y comportamiento productivo en indicadores importantes como kilo de ternero producido por vaca. “Debemos seguir avanzando en el cambio racial –añadió- a través de inseminación artificial e incorporar indicadores que permitan hacer una mucha mejor selección de vientres dentro de los rebaños y la calidad de toros de repaso”. Señaló que el trabajo fino lo hace el productor, “en este caso la señora Leticia, quien lleva sobre sus hombros el esfuerzo de conseguir los resultados, en que los equipos de Proagro e INDAP son un complemento”.

Explicó que así es como “debemos actuar. En ganadería en general los ciclos de producción son más largos y los resultados rara vez pueden verse en el corto plazo, pero estamos mandatados por el gobierno del Presidente Piñera para tratar de acelerar el paso en todos los frentes. Y la ganadería siempre será un componente importante de las actividades económicas agrícolas de la región de O’Higgins, con una cantidad importante de usuarios que tienen en ella su sustento y abarcando una gran superficie. Pese a experimentar vicisitudes del mercado no podemos más que intensificar el trabajo en esta área y seguir adelante”, señaló García.

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