El parlamentario socialista argumentó que “se ha hecho una pirotecnia increíble con este proyecto y al verlo en detalle, vemos que no todo lo que brilla es oro y aquí, claramente, hay letra chica y hay una expectativa que en la práctica es hacia la medianía, en un horizonte muy lejano, pero en un modelo donde las AFP siguen dominando sobre la clase media y los sectores populares (…)”.
El diputado socialista por la Región de O’Higgins, Juan Luis Castro, se presentó en Comisión de Trabajo de este miércoles, para emplazar a los ministros de Hacienda, Felipe Larraín y del Trabajo, Nicolás Monckerberg, para manifestar su disconformidad con respecto a la reforma del Ejecutivo que pretende mejorar las pensiones solidarias y del Sistema de Pensiones de Capitalización Individual.
El diputado (PS), dijo que “este es un modelo que trae más de lo mismo. Básicamente, es en el predicamento de que al Mercedes Benz le falta bencina, como dijo reiteradamente, José Piñera”. Aquí el gobierno está tratando de que sobre la base de capitalización individual, la gente mejore en el larguísimo plazo en una cuenta individual y no cumpliendo el rol del Estado de ser benefactor de los que hoy están mal y que están en el pilar solidario y más abajo, pero además, de la clase media, que está esperando una alternativa de solución”.
“Se ha hecho una pirotecnia increíble con este proyecto y al verlo en detalle, vemos que no todo lo que brilla es oro y aquí, claramente, hay letra chica y hay una expectativa que en la práctica es hacia la medianía, en un horizonte muy lejano, pero en un modelo donde las AFP siguen dominando sobre la clase media y los sectores populares. Porque no pueden colocarle más bencina a un Mercedes Benz que supuestamente es el modelo que hoy está imperando y que no tienen sustentabilidad hacia delante”, aseveró Castro.
El parlamentario (PS), agregó que “nuestra posición será taxativa porque este proyecto no es la solución para lo que el país necesita hoy, que es un modelo de solidaridad donde haya componentes individuales y un gran componente de reparto que debiera estar presente en una reforma de este tipo”.
Castro, concluyó que “la respuesta de los gobiernos de la nueva mayoría fue débil y tardía y no estuvo a la altura del desafío que implicaba reformar el sistema de pensiones en Chile. Lo lamento, hago una autocrítica, pero no por eso me inhibo de criticar a que ahora se nos presente este proyecto como si fuera la solución milagrosa de las pensiones en Chile; porque no lo es, ya que pavimenta el camino, nuevamente a las AFP por los siglos de los siglos”
