Senador Juan Pablo Letelier M.
Senador Juan Pablo Letelier M.

Este 01 de Octubre de 2018, se inscribió parte de la historia internacional de Chile. Esto luego que la Corte Internacional de Justicia La Haya fallara -de forma contundente- en contra de la demanda Boliviana, que exigía un pronunciamiento jurídico que obligase a nuestro país a discutir con ellos sobre la eventual posibilidad de una salida soberana al mar. Un requerimiento que ha sido parte del eje central del gobierno del Presidente Evo Morales.

Fueron cinco años de larga espera para obtener, finalmente, una decisión que puso fin de forma irrestricta a lo requerido por Bolivia. Un proceso que demandó el arduo trabajo de la totalidad del segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, del canciller Heraldo Muñoz y todo el equipo que se conformó para la defensa de Chile. Mismo esfuerzo con el que continuó el actual gobierno del Presidente Sebastián Piñera, su canciller Roberto Ampuero y el grupo de agentes y profesionales que los acompañó

Con el fallo de La Haya se marca, sin duda, una serie de precedentes e hitos que no se pueden dejar de mencionar. No solo no estamos obligados a “sentarnos” a discutir con nuestro país vecino, en cuanto a esta materia; sino que también se establece que asuntos como estos deben mantener el carácter de bilateralidad. Un duro aprendizaje para el Presidente Morales, quien determinó hacer de esta debate, un asunto multilateral involucrando a la comunidad internacional.

Por otro lado, y en el marco de esta discusión, algunos plantearon la necesidad de retirarnos del Pacto de Bogotá -Tratado Internacional que regula la resolución de conflictos por vía pacífica-. Hoy, quedó clarísimo que mantenernos en él, esperar los argumentos jurídicos de  una Corte Internacional de Justicia como ésta, es algo en lo que debemos continuar, más aún cuando como país, somos defensores del Derecho Internacional. Las desconfianzas existentes respecto a este procedimiento es algo que, a mi juicio, debemos sobrellevar y junto a ello comprender que Chile siempre tendrá como objetivo resolver, por la vía pacífica, las controversias o discusiones que puedan suscitarse entre países vecinos, como con todos los que son parte de la comunidad internacional.

Ahora, el llamado y desafío es mirar hacia adelante, hacia el siglo XXI que queremos construir, no solo como país, sino que también como comunidad latinoamericana. No podemos desconocer que se avecina un proceso donde la reconstrucción de relaciones con Bolivia será una materia que debemos afrontar como país, como Gobierno, como autoridades y también como ciudadanos; no solo de parte de Chile, sino que fundamentalmente desde la mirada de Bolivia, su Presidente y de aquellos que aún no comprenden la importancia de respetar las relaciones bilaterales y, por cierto, de aquellos Tratados que han marcado la historia de ambas naciones.

Hoy, nuestra dinámica es integradora, con una relación económica fluida con Bolivia, especialmente en el norte de nuestro país. Actualmente, el 40% de las exportaciones bolivianas pasan por nuestro territorio, el mayor uso de los puertos de Arica -cerca de 80%, aproximadamente- corresponden a productos bolivianos.  Es decir, procesos incluyentes, colaborativos y de respeto, no solo a las actividades de nuestros vecinos, sino que también a lo que los Tratados Internacionales nos han indicado.

Retomar las relaciones con el pueblo boliviano, con la comunidad, ya sea a a través de los partidos políticos, del Congreso, del Poder Judicial, de los empresarios, los gremios profesionales, los sindicatos… es sin duda alguna, un camino relevante que debemos realizar. Es nuestro deber, tanto para Chile como para Bolivia, fomentar y fortalecer la riqueza de un tejido que podemos construir de manera conjunta. Chile, Bolivia,  América del Sur, todos necesitamos tener una mirada común hacia el mundo que se perfila para el siglo XXI. El Pacífico va a ser el Océano del futuro cercano y debemos estar preparados para aceptar y afrontar este desafío que, solo con criterios comunes será beneficioso para todos nosotros. Veremos qué piensa al respecto, el Presidente Evo Morales… seguramente, será motivo de otra columna.

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