jesus de Pablo
Por : Jesús De Pablo Becerra

                  Cada vez que se nos aparece en el horizonte acústico el repicar de las campanas de la curia política, sobre la pobreza éstas repican una y otra vez hasta quizás ensordecer, anunciando servicios en pos de quienes están adobados en la pobreza, pero lo más grave es el abandono cual aderezo termina por destinarlos a un eterno olvido. No puede ser más cruel viniendo de quienes son nuestros representantes en el parlamento, son esas campanas que repican y repican sin cesar anunciando medidas y programas que jamás se cumplirán, y así sucesivamente.

                 En justicia, todo niño tiene el derecho a crecer en una familia de conformación sólida acunado en valores, pero normalmente esto no es posible cumplir por aquellos ciudadanos más adolescentes de la sociedad actual. Hoy, tenemos una inmensa cantidad de niños que viven sin el apoyo de uno o ambos padres, así como tenemos millones de niños inmersos en el sufrimiento de abusos, negligencia, explotación o simples privaciones como resultado de la cruel y fatídica pobreza.

                 En la actualidad hablar de vulnerabilidad, es remitirse a un fenómeno social que ha tomado fuerza en las últimas décadas, y que intenta reconocer a la población con significativos riesgos de rezagarse en sus condiciones de vida y marginarse del desarrollo. Este fenómeno, viene desde hace largo rato afectando las condiciones de vida de los niños en edad escolar, que se ven enfrentados día a día a condiciones de pobreza, marginación, abandono parental y otras duras realidades que permean su vida, su comportamiento y su desenvolvimiento en el entorno social y familiar. La negligencia parental, es aquel tipo de maltrato infantil ejercido por los padres y/o adultos responsables, negligencia que se mantiene sostenida en el tiempo y que priva a los niños y las niñas del cuidado, protección y afecto, que deben recibir de los adultos responsables que les rodean para un óptimo desarrollo integral.

                   Sin duda alguna, no hay condición de mayor vulnerabilidad para un niño que tener que dejar a sus padres para ir a un hogar de acogida. Es un tremendo golpe a su autoestima, y más terrible es cuando sucede a causa de que sus padres viven en condición de pobreza. El tema de los abusos cometidos contra menores ya sea en el SENAME o en casas de acogidas licitadas por esta institución del Estado, no es nuevo ni tampoco es la primera vez que nace preocupación por esta dolorosa situación. Ya en el año 2002 se hicieron -al menos en la ciudad de Rancagua- los primeros reportajes en los que se denunciaba que la razón por la cual muchos menores iban a parar a estos centros era simplemente porque sus padres eran pobres. Han pasado más de 10 años y las denuncias siguen llegando a las salas de prensa de pequeños diarios regionales. Algunos salen a la luz pública y otros se quedan olvidados en los escritorios de los editores, quienes muchas veces privilegian otros temas.

                   Por otro lado, en la actualidad en el mundo muere un niño cada 3 segundos a causa de la pobreza, lo que significa que mueren unos 30.000 niños diariamente. Por cierto que los niños son las primeras víctimas de la pobreza, siendo ésta la principal causa de la violación de sus derechos. En general, la pobreza se define como “un estado de existencia en el cual una persona no tiene cubiertas las necesidades básicas para vivir”. Una persona pobre “carece de lo que necesita”, y un menor pobre es “un niño o niña a quien le falta lo necesario para sobrevivir”.

                  Es importante resaltar que la definición económica de pobreza está invariablemente ligada a la riqueza monetaria. Sin embargo, no se le puede definir simplemente en términos materiales, también se debe tomar en cuenta la “habilidad de una persona para utilizar los recursos que tiene. Por lo tanto pienso que pobreza es la afectación integral de una persona, que carece de alimentos, vivienda, vestuario, medicina, educación, afecto, etc., en suficiente cantidad o calidad para satisfacer las necesidades para una vida digna.

                 Por lo tanto, más allá de toda dimensión económica, la pobreza afecta a todos los derechos fundamentales, por ello es que la dignidad y la autoestima de una persona también son afectadas, impidiendo el  ejercicio de las libertades individuales; es una real amenaza para la seguridad de la propia existencia y socava el desarrollo personal general (intelectual, cultural, familiar y social). La pobreza le impide a un niño sobrevivir y le dificulta todos los aspectos de su desarrollo, ya sea físico, mental, emocional, cultural, social, familiar o espiritual.

                   Sin duda que la pobreza va día a día en descenso, pero los esfuerzos por combatirla son todavía insuficientes. Sin embargo, no es un sueño poco realista. Existen soluciones, lo que falta es voluntad política real de una parte de quienes detentan el poder y las herramientas para realizarlo. Este problema es prioritario, es la base de la composición social, por lo tanto debemos a la brevedad hacer realidad una condición de vida digna y con expectativas de futuro, es la única manera de hablar de justicia, de libertad, de inclusión, en caso contrario nuestros gobernantes todos estos años se habrán solamente dedicado a hacer ruido en éstas materias.

                    

                    De esto se desprende que la reforma educacional es estructuralmente prioritaria, e  inequívocamente es necesaria iniciarla en la educación pre-básica, abarcando el período de mayor vulnerabilidad que tiene el ser humano, la niñez, y posteriormente enfocarla hacia los niveles de básica, media, y superior. Con éste predicamento daremos paso a cualquier cambio que vaya en dirección a respetar los derechos de los niños.

                   “Debemos recordar siempre que todos los niños –sin excepción alguna-  tienen derechos a la vida, a la educación, a la alimentación, a la salud, a la identidad, a la libertad, y a la protección”.

-El derecho a la vida  es un derecho universal, por tanto le corresponde a todo ser humano, es un derecho necesario para poder concretizar todos los demás derechos universales. Este derecho a la vida significa tener la oportunidad de vivir su propia vida, y si no hay vida, no tiene sentido que existan los demás derechos fundamentales, y este además está compuesto por otros dos derechos muy importantes: el derecho inherente a la vida y el derecho a la supervivencia y al desarrollo.

-El derecho a la educación es un derecho fundamental de todos los seres humanos que les permite adquirir conocimientos y alcanzar así una vida social plena. El derecho a la educación es vital para el desarrollo económico, social y cultural de todas las sociedades. Sin embargo continúa siendo inaccesible para miles de niños del mundo actual.

-El derecho a la alimentación es un derecho fundamental de todos los seres humanos, ya que el alimento es un elemento esencial sin el que los seres humanos no pueden vivir. La alimentación garantizada es un derecho fundamental.

-El derecho a la salud tiene una importancia vital para todos los seres humanos. Una persona con mala salud no podrá estudiar o trabajar adecuadamente y no podrá disfrutar completamente de su vida. Por lo tanto, el derecho a la salud constituye un derecho fundamental de todos los seres humanos.

-El derecho a la identidad es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano, y es necesario para poder beneficiarse de los otros derechos fundamentales.

-El derecho  a la Libertad  es un derecho sagrado e imprescriptible que todos los seres humanos poseen. La libertad es la facultad de obrar según su voluntad, respetando la ley y el derecho ajeno.

–El derecho a la protección de la infancia se debe consagrar en el momento en el cual el ser humano es más vulnerable, dado que aún no ha acabado de desarrollarse ni física ni mentalmente. En otras palabras, los niños necesitan una atención y una protección especiales. Si nos preocupamos de respetar estos derechos de los niños estaremos dando un gran paso hacia el desplazamiento de la marginalidad social de éstos. Resulta gravitante una estructura familiar planificada, la educación, un apoyo decidido del gobierno, los servicios post-natales, así como el apoyo incondicional a la maternidad responsable, es el deber de todos nuestros gobiernos asegurar que a todos los niños les sean respetados sus derechos.

 

¡Todos podemos y debemos actuar, ya no es tiempo de solo decir, tenemos una causa justa por realizar!

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